Hallados 14 de los 57 estudiantes desaparecidos tras protesta en México
Los 14 estudiantes estaban escondidos por temor a represalias, añadió un funcionario.
Catorce de los 57 estudiantes mexicanos reportados como desaparecidos en Guerrero (sur) luego de la violenta represión policial de una manifestación fueron hallados ilesos, informó este martes el ombudsman local, mientras continúa la búsqueda del resto de los universitarios.
La fiscalía estatal informó el martes que 22 policías detenidos están relacionados con la muerte de seis personas entre la noche del viernes y la madrugada del sábado, en medio de una violenta persecución derivada de una manifestación estudiantil en la ciudad de Iguala (140.000 habitantes), ubicada en Guerrero.
"Por fortuna la cifra de estudiantes desaparecidos ha ido bajando y de los 57 que teníamos reportados como desaparecidos actualmente sólo estamos en busca de 43", dijo a la AFP Ramón Navarrete, presidente de la Comisión de Derechos Humanos de Guerrero.
Los 14 estudiantes estaban escondidos por temor a represalias, añadió el funcionario, al considerar que el resto de los desaparecidos podría haber optado por la misma estrategia.
"Esa dinámica de dispersarse para evitar que se les cause daño o se les detenga es muy frecuente", comentó.
Alumnos de la universidad rural para maestros normalistas de la comunidad de Ayotzinaga se manifestaron el viernes pasado en Iguala y se apoderaron de autobuses del servicio público para desplazarse.
Luego fueron perseguidos y atacados con armas de fuego por policías municipales y hombres armados que iban encapuchados y vestidos de civiles.
Policías vinculados a crimen organizado
Los tiroteos dejaron seis muertos y 25 heridos. Además, 282 policías locales fueron detenidos preventivamente tras los hechos, pero sólo 22 fueron arrestados definitivamente como presuntos responsables de los ataques.
Las balas halladas en los lugares donde las seis personas perdieron la vida coinciden con las utilizadas por la policía municipal, dijo de su lado en una conferencia de prensa Inaky Blanco Cabrera, fiscal de Guerrero.
El funcionario señaló que los policías podrían ser procesados por homicidio y, en caso de comprobarse, se ejercitaría acción penal en su contra por desaparición forzada, indicó Blanco Carrera.
"Lamentablemente la mayoría de los policías municipales de Iguala tienen vínculos con la delincuencia organizada", reconoció Ángel Aguirre, gobernador de Guerrero, en una entrevista con Radio Fórmula, al señalar que pidió ayuda a las autoridades federales para localizar a los jóvenes.
Las cámaras de vigilancia capturaron a los policías llevándose a un número indeterminado de estudiantes, informó desde el lunes la fiscalía.
Ví cuando se llevaron a mis compañeros
Francisco Ochoa, de 18 años, dijo a la AFP que estuvo entre 14 estudiantes que iban en el cuarto autobús que los policías pararon.
Los estudiantes salieron huyendo después de que los uniformados empezaron a disparar al aire, añadió Ochoa. Tras esconderse en cerros y en otras partes del pueblo, los 14 estudiantes se encontraron con otros compañeros en un mercado.
"Empezaron a llegar más patrullas de la parte izquierda como de la derecha, entre doce y trece patrullas", dijo Ochoa al recordar que "se llevaron entre 30 y 40 compañeros. Yo vi con mis propios ojos cuando se llevaron a mis compañeros".
Testigos reportaron que Iguala vivió una noche de terror.
Fátima Bahene Peña, de 29 años, maestra de educación especial, se recupera en el hospital general del pueblo de las heridas por disparos de bala en su pie derecho y en el hombre izquierdo.
Señaló que cuando llegó al lugar de los hechos había un caos, con estudiantes sangrando en la calle después de que los autobuses fueron baleados durante la persecución policial.
Un segundo ataque se produjo cuando ella limpiaba el pecho de un hombre herido dentro de un automóvil.
"El muchacho se alzó y me dijo que eran camionetas de policías", dice Behene Peña, mientras policías estatales armados con rifles de asalto resguardan el hospital.
El tercer tiroteo se registró a las afueras de pueblo.
Aureliano García Cerón, un taxista de 35 años, llevaba dos pasajeros en las primeras horas del sábado, cuando escuchó los tiros en la calle.
"Sólo vi los fuegos de los disparos", dijo el taxista que se repone de una pierna que fue baleada.
Amnistía Internacional hizo de su lado "un enérgico llamado" a las autoridades para dar con el paradero y presentación con vida de los otros 43 estudiantes, dijo la ONG en un comunicado.
Guerrero es uno de los estados más pobres de México. Figura entre las cinco regiones con el mayor índice de homicidios y secuestros de las 32 del país y es puerta de entrada a la llamada subregión de Tierra Caliente, donde se esconden laboratorios de drogas sintéticas y cultivos de marihuana.