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Carlos Figueroa: protestas médicas no deben ser politizadas


28 ene 2014 , 03:29

El galeno renunció hoy a su cargo de secretario general de la Federación Médica Ecuatoriana.

Las palabras de Carlos Figueroa fueron claras respecto a su renuncia irrevocable como secretario general de la Federación Médica Ecuatoriana, dice que su participación y apoyo a las protestas de los galenos contra el artículo 146 del Código Orgánico Integral Penal (COIP) no debe ser politizada. “El presidente de la República (Rafael Correa) ha pretendido deslegitimar la justa lucha de los médicos, desviando la atención hacia un tema político que no corresponde, se ha tomado mi nombre y se ha referido desde su particular punto de vista, a la denuncia presentada por la Fiscalía por el ataque militar al hospital de la Policía, el 30 de septiembre de 2010, que devino en la posterior sentencia en contra los denunciantes“

 

Figueroa fue sentenciado a seis meses de prisión junto al asambleísta Cléver Jiménez y el asesor Fernando Villavicencio por el delito de injurias contra el presidente de la República, Rafael Correa.

 

Los tres acusaron al jefe de Estado en el 2011 de supuestamente haber ordenado la incursión armada en el hospital de la Policía durante la revuelta del 30 de septiembre de 2010. “No puedo permitir que el mandatario mal utilice esta situación como argumento para intentar desvirtuar la digna lucha de mis colegas, por lo cual renuncio a mi cargo”.

 

Por su parte, el presidente de la Federación, Alberto Narváez, apoya la decisión de Figueroa; sin embargo, enfatiza que no depondrán las protestas en contra del artículo 146 del COIP, que tipifica la mala práctica profesional. “Está programada para el próximo martes una gran protesta nacional, con suspensión de las actividades de consulta externa, y no darán atención médica,  eso nos han informado, esa es una decisión de los médicos privados”.

 

Esta mañana, en el hospital de Solca de Quito la atención se realizó con total normalidad; mientras, en el hospital Eugenio Espejo, los médicos colgaron por 15 minutos sus mandiles, para regresar luego a sus puestos de trabajo.