Así lo reporta un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
La recesión ha afectado al empleo de los más jóvenes. Por ejemplo, Adriana tiene 23 años y perdió su trabajo durante la pandemia. Laboró en un restaurante en el norte de Quito; ahora, está desorientada pues tiene una niña a la que mantener y no ha recibido ni siquiera su liquidación.
A Susana, de 24 años, le ocurrió lo mismo: era vendedora en un almacén de zapatos y hace 2 semanas la notificaron. Dice que prefirieron quedarse con el personal más antiguo.
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Ella piensa que por la crisis que trajo el coronavirus, le será muy complejo conseguir un empleo durante el resto de 2020.
Un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre el desempleo sostiene que “las recesiones afectan más a los jóvenes que a los trabajadores de mayor edad y experiencia, y suelen ser los primeros en ser despedidos o en ver un recorte de sus horas de trabajo".
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El reporte asegura que "durante los meses de confinamiento, el 17 % de personas de entre 18 y 29 años se quedó sin empleo a nivel mundial”.
El ex secretario de Juventudes, Elías Tenorio, dice que la situación es crítica, pues en Iberoamérica se estipula que al menos 15 millones de jóvenes perdieron sus trabajos en la pandemia, por lo que se requieren de acciones apremiantes del Estado.
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Según datos del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), más de 100 mil desafiliaciones de jóvenes entre 21 y 30 años ocurrieron desde marzo a junio de 2020 en el país.