La Policía presume que este crimen se relaciona con la venta y distribución de droga.
En el sur de Guayaquil, la población aún no sale de la conmoción tras el hallazgo de una familia asesinada en el Guasmo.
Sus cuerpos fueron encontrados este sábado en estado de descomposición. Las autopsias confirmaron que la mujer de 47 años tenía un disparo en la cabeza, su pareja de 58, su hijo de 24 años y su nuera de 27 fueron degollados, mientras que una niña de 2 años tenía varias fracturas en su cráneo.
"Ese man le debía plata a los Lagartos (banda), y él era de Los CHoneros (otra banda). No sé de que, de droga o armas", señaló un amigo de las personas fallecidas.
"La primera hipótesis señala que se podría tratar de un evento relacionado con violencia criminal por sus actividades ilícitas", agregó.
Mientras que el sábado en el cantón Durán, un hombre fue asesinado al pie de un parque en la ciudadela El Recreo. 5 hombres que se movilizaban en un taxi llegaron al sitio y dispararon al menos 20 veces contra la víctima.
"Este ciudadano tiene varias detenciones por tenencias de armas y venta de droga", señaló William Calle, jefe de la Policía de Durán.
Además, la noche del domingo un sujeto recibió 8 disparos dentro de este local de comidas en el suroeste de Guayaquil.
"Un sujeto que se movilizaba en una motocicleta ingresa a este restaurante y hace 8 detonaciones de arma de fuego", detalla Fernando Vaca, Jefe del distrito 9 de Octubre.
En todos estos casos, las autoridades investigan si el enfrentamiento entre bandas delictivas está detrás de los sicariatos, pues según información de la policía, el 53 por ciento de las muertes violentas es por violencia criminal. En su mayoría las bandas se disputan el negocio de venta y distribución de drogas.
De ahí que las cifras de asesinatos incrementaron drásticamente. De enero a marzo del 2020 hubo 277 casos en todo el país, mientras que este año, en el mismo periodo, subió a 414 crímenes.
Tras estos asesinatos, la policía ha desplazado al menos 200 agentes para reforzar los trabajos de inteligencia, pues también intentan establecer si estos crimenes fueron ordenados desde las cárceles