La expedición encontró ecosistemas frágiles como los jardines de esponjas de cristal.
Un equipo multidisciplinar descubrió 30 nuevas especies de invertebrados marinos en las profundas aguas protegidas de la Reserva Marina de Galápagos, a unos 3.400 metros de la superficie, informó el Ministerio del Ambiente de Ecuador.
Entre los hallazgos figuran cuatro especies de langostas okupa, una de coral copa gigante, diez corales de bambú, tres octocorales, una de estrella de mar quebradiza y once de esponjas, precisó la Cartera ambiental en un comunicado.
A bordo del E/V Nautilus y gracias a vehículos submarinos operados remotamente, la expedición descendió hasta los 3.400 metros bajo la superficie del mar que rodea el archipiélago ecuatoriano para explorar, por primera vez, tres montañas submarinas, situadas alrededor de las islas Darwin y Wolf.
La expedición encontró ecosistemas frágiles como los jardines de esponjas de cristal, de coral y colonias coralinas de agua fría a profundidades de entre 290 y 3.373 metros, que son considerados Ecosistemas Marinos Vulnerables por la Asamblea General de la ONU.
El trabajo se desarrolló entre varias instituciones como la Fundación Charles Darwin, la Dirección del Parque Nacional Galápagos y el Ocean Exploration Trust, y sus resultados fueron publicados este lunes en la revista Nature entre sus reportes científicos.
"Este hallazgo confirma que Galápagos es un laboratorio viviente con procesos biológicos y ecológicos en curso y aún por explorar", manifestó el ministro del Ambiente y Agua de Ecuador, Paulo Proaño.
El científico jefe de la expedición, investigador de la Fundación Charles Darwin y del proyecto de conservación Mares Prístinos de National Geographic, Pelayo Salinas de León, consideró que el estudio "proporciona un vistazo a las comunidades menos conocidas de las Islas Galápagos".
La investigación se desarrolló en 2015, durante un crucero de diez días a bordo del E/V Nautilus, buque de investigación especializado en las profundidades del océano y se emplearon dos robots marinos teledirigidos, el Argus y el Hércules, además de sistemas de cartografía del fondo marino.
Los científicos también recogieron muestras biológicas a través del brazo manipulador de los robots, que fueron enviadas para su posterior análisis e identificación a expertos en aguas profundas.
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) designó en 1978 a Galápagos como Patrimonio Natural de la Humanidad.