Cuenca tiene un monumento para recordar a quienes fallecieron por la pandemia.
Cada detalle de este monumento tiene un significado propio, cada detalle está pensado para rendir homenaje a los que lucharon contra el virus, pero no ganaron.
En la placa que acompaña al monumento se lee una frase de la escritora chilena Isabel Allende: "La muerte no existe, la gente solo muere cuando la olvidan. Si puedes recordarme siempre estaré contigo" y Cuenca recuerda a los suyos.
Marcos Pérez, arzobispo de Cuenca supo manifestar que: "La idea es que este monumento sea un primer homenaje, el resto vendrá después".
Las cifras del Ministerio de Salud dicen que en Cuenca han fallecido más de 350 personas por culpa de la pandemia y, lamentablemente, existe la certeza de que la cuenta para la ciudad, y para el mundo, aún no se ha detenido, por eso, el final de esta ceremonia fue un recordatorio, casi un ruego. Cuidarse, y mucho, porque la pandemia aún sigue aquí.