Decisión sobre valor de combustibles definiría si hay paz o continúan las marchas.

El gobierno tiene pocos días para decidir si es posible reducir o no el precio de los combustibles. La decisión que tome, como respuesta a la presión de la Conaie y otras organizaciones indígenas y sociales, guiará el futuro inmediato del régimen.

Desde el punto de vista económico el precio de los combustibles puede ser negociable afirma el expresidente del Colegio de Economistas de Pichincha, Víctor Hugo Albán.

"Regresemos a cuando se congeló el precio los combustibles y el impacto va a ser menor", afirmó Albán.

Pero para Mauricio Alarcón, director de la Fundación Ciudadanía y Democracia, el precio no es lo fundamental sino el capital político del gobierno.

"Ni la gobernabilidad, ni la democracia tienen precio. En un gobierno que a la primera presión cede y recula, ya vimos la consecuencia de ello en el gobierno pasado", explicó Alarcón.

Es la disyuntiva a la que se encuentra sometido el régimen, que o se somete a le exigencia o deberá poner a prueba la fuerza del gobierno resistiendo la arremetida en su contra en las calles, lo que también tendría un impacto económico.

Por eso, Alarcón ve la salida en que el gobierno presente un plan de transparencia para que la población sepa exactamente el impacto de subsidiar los combustibles y sus beneficiarios.

De acuerdo al diálogo sostenido este miércoles en Carondelet, el gobierno deberá informar de su decisión en los próximos 15 días.