Con este pago se habría evitado generar una pérdida patrimonial al país.
El ministro de Finanzas, Richard Martínez, aclaró este viernes la cuestionada liquidación este año de dos operaciones contratadas en 2018 con Credit Suisse y Goldman Sachs e ICBS Standard, por un total de 1.000 millones de dólares.
En una comparecencia virtual, Martínez argumentó que si bien las operaciones se cancelaron el pasado mes de abril, los recursos para su liquidación ya habían sido descontados con anterioridad entre noviembre de 2019 y marzo de 2020, en forma de amortizaciones y de llamadas de margen.
El portal financiero Bloomberg publicó este jueves un artículo que revelaba que Ecuador había pagado en abril esa suma en concepto de deuda externa a Credit Suisse y Goldman Sachs.
Al respecto, Martínez explicó que esa dotación se destinó a cancelar dos operaciones de reporto o Repo contratadas en 2018 en un contexto económico diferente al actual y con el fin de poder garantizar "la sostenibilidad de la deuda".
Este tipo de operaciones consisten en la venta de bonos a un determinado valor, con el pacto de comprarlos de nuevo en un plazo fijado.
"Son operaciones que se hacen en todo el mundo, hay países y bancos de inversión con las que se hacen", sostuvo el ministro antes de precisar que "en el año 2018 las condiciones de mercado eran muy adversas".
Aseguró que si hoy en día la situación no se hubiera estancado por la pandemia del COVID-19 y la caída del precio del petróleo, Ecuador habría seguido con el proceso hasta el final y recomprado los bonos.
Al hilo de la decisión, argumentó que con ella se evitó generar una pérdida patrimonial al país y avanzar en la solicitud de consentimiento para el diferimiento de intereses y renegociación de deuda externa del país (bonos soberanos), sin entrar en default formal.
En abril de 2020, los tenedores de bonos de Ecuador dieron su consentimiento a la propuesta ecuatoriana de diferir los pagos de intereses del 27 de marzo y el 15 de julio de 2020 al último trimestre del año e incluso al 2021.
Dicha acción, según Martínez, refleja el apoyo de la comunidad de inversionistas al Gobierno ecuatoriano y su enfoque para enfrentar la crisis sanitaria y la caída de los precios del crudo, principal producto de exportación.
"Hay un gesto de credibilidad con el país y ese gesto de confianza se refuerza en que los acreedores de la deuda ecuatoriana trasladan los pagos de la deuda en valores muy pequeños al próximo año Repo", concluyó.