¿Ecuador está listo para volver a clases presenciales?
Cerca de 90.000 alumnos quedaron fuera del sistema educativo; se estima que son muchos más.
Después de 15 meses de clases virtuales, el plan de regreso está sobre la mesa. Ayer 2 de junio el presidente Guillermo Lasso, y la ministra de Educación, María Brown, anunciaron la receta del retorno: progresivo, seguro y voluntario. "Cada día que un niño no va a la escuela o que un joven no va al colegio es un día perdido para este país", dijo el primer mandatario.
En el encuentro, además, firmó el Decreto Ejecutivo de Políticas Educativas, el cual contempla cinco ejes y 20 acciones.
Así, desde el lunes 7 de junio 1.301 escuelas podrán regresar a las aulas. Sin embargo, la pandemia y las variantes continúan siendo una realidad latente, entonces ¿Ecuador está listo para volver a clases presenciales? Veamos.
Estado actual
Desde mediados de marzo de 2020 las clases se suspendieron en todo el país. De acuerdo, a cifras de Unicef, alrededor de 90.000 estudiantes han quedado fuera del sistema educativo. Ellos se suman a, aproximadamente, 268.000 niños que habían dejado las aulas desde antes de la crisis sanitaria. Una reinserción que será tarea pendiente del nuevo mandatario.
Sin embargo, estas cifras son “una subestimación porque es una estimación de 2020 probablemente haya muchos más (...)”, asegura a Ecuavisa.com Joaquín González-Alemán representante de Unicef en Ecuador.
Para Milton Luna, profesor universitario y exministro de Educación los datos son alarmantes "hay una grave crisis de recursos en el sistema educativo, no hay internet los chicos dejan de estudiar, se presume que son 150.000 o 200.000 que siguen saliendo del sistema educativo", manifestó en una entrevista con Ecuavisa.com.
Así 1.301 planteles educativos iniciarán clases este 7 de junio. De ellos, 1.102 en zonas rurales "es necesario saber si el 70% de las zonas rurales tienen las condiciones adecuadas", un aspecto a favor señala Luna es que "en estas escuelas no tienen más allá de 25 alumnos".
Asimismo, el exministro plantea otro factor del retorno progresivo, "hay que pensar que la educación telemática va a continuar, y es el Estado el que debe garantizar los requerimientos necesarios y dotar de internet".
Otros efectos
El representante de Unicef, además, señaló que el riesgo de que los alumnos continúen encerrados más tiempo es "mayor que el riesgo de contagio; su salud mental, su aprendizaje, su nivel de nutrición que recibían en la escuela, y la importancia de la socialización", resalta.
En el contexto de la pandemia, según una encuesta realizada por la misma organización en los estudiantes de secundaria, se reportó que el 16% tienen indicios de depresión en Ecuador.
Pero ¿y la pandemia?
Desde el punto de vista de la salud algunos médicos advierten que no es una buena idea, otros dicen que cumpliendo las condiciones necesarias se puede llevar acabo.
En el país solo 765.141 personas han sido vacunadas completamente, hasta el 3 de junio. "El riesgo está latente porque el virus y sus variantes están presentes, por eso nosotros consideramos que debería esperarse alrededor de cuatro a cinco semanas para ver si en realidad se acentúa un decrecimiento en la tasa de morbilidad y mortalidad", recomienda el presidente del Colegio de Médicos del Guayas, Wilson Tenorio.
Por su parte, Andrea Gómez, doctora epidemióloga, expresa que los niños "si bien tienen una baja probabilidad de enfermedad grave y mortalidad, igual tienen una probabilidad, sin embargo, se ha visto en otros países que es probable hacerlo mientras se esté vacunando".
Destaca que el Gobierno aún no ha transparentado si existe un informe epidemiológico del estado situacional de los lugares donde van a regresar a las escuelas "para saber si realmente se está observando que los niños volverán seguros a clases o no". Resalta que el regreso no es una receta a nivel nacional, todo dependerá, dice, de cómo avanza la vacunación y la realidad de cada cantón.
El cuidado
Las instituciones deberán estar debidamente preparadas con las normas de bioseguridad: "lugares amplios bien ventilados y debidamente sanitizados porque estamos hablando de una población que tiene la más alta transmisibilidad", subraya Tenorio.