El hombre que llegó a cremar hasta 200 cuerpos durante la pandemia en Guayaquil
Hubo días que pensaba que ya terminaba y de pronto veía afuera que llegaban más cuerpos.
Pedro Correa a lo que menos le tiene miedo es a los muertos, pues los ve a diario y en primera fila. Es cremador hace dos años en el Camposanto Parque de la Paz, en La Aurora vía Daule y cuenta que llegó a incinerar hasta 200 cadáveres durante el pico más alto de la pandemia en Guayaquil.
Pero ese tiempo de experiencia no fue suficiente para lo que se vivió en los días más críticos. Asegura que nunca imaginó, que iba a incinerar tantos cuerpos seguidos.
Normalmente, no vestía de overol blanco, ahora lo hace para evitar contagirase de coronavirus, incluso hasta cambió el proceso para manipular los cadáveres. Lo normal es revisar los cuerpos, pero en esos días solo los metían con funda o incluso con el ataúd.
Cremar un cuerpo toma dos horas, durante la pandemia el horno del camposanto pasó encendido 24 horas los 7 días de la semana, fueron jornadas largas, tan largas que el horno se sobrecalentó. Pedro cuenta que hubo días que pensaba que ya terminaba y de pronto veía afuera que llegaban más y más cuerpos.
Con un rastrillo, como de dos metros, se limpia la cámara una vez que el cuerpo fue cremado. Él camina con pasos de plomo, solo desea que esos días de pandemia no vuelvan, porque una cosa es no tenerle miedo a los muertos y otra muy distinta el no temer a la muerte.