¿Qué es el peculado y cómo nos afecta?
En Ecuador este delito contempla una pena de entre diez y trece años
El origen del término es peculiar. Proviene del latín “peculatus” con el que el imperio romano denominó al hurto de los bienes del Estado. A su vez, se origina en la voz “pecus” que significa ganado.
¿Qué tiene que ver? Antes del uso del dinero, los animales destinados a los sacrificios constituían los bienes públicos más importantes, por lo tanto, el hurto de esa clase de bienes era el delito más castigado dentro de la legislación romana.
El peculado en Ecuador
En palabras sencillas, es la malversación del dinero del Estado, es decir, de los fondos públicos. Está tipificado en el artículo 278 del Código Orgánico Integral Penal y contempla una pena privativa de libertad de entre diez y trece años.
Junto con el enriquecimiento ilícito, cohecho y concusión, son los delitos vinculados a la contratación pública que no prescriben, es decir, que nunca deja de tener efecto legal.
Lamentablemente, el peculado es muy recurrente en Ecuador. Ningún rincón del país ha estado a salvo de este delito de cuello blanco y, durante la pandemia, fue uno de los delitos que más creció, según datos de la Fiscalía General del Estado.
Los principales beneficiaros son quienes participan en la red de corrupción: funcionarios públicos, contratistas, y altos cargos.
¿Quiénes pagan el precio?
La abogada y especialista en derecho penal, María Auxiliadora Fabre es enfática: la ciudadanía es la principal afectada. "Se trata de un delito doloso, pues la persona que lo comete tiene conocimiento de lo que va a hacer. Ese dinero que se malversa y que se desvía para beneficiar a terceras personas podría servir para la salud, para la educación y muchas otras cosas", sostiene Fabre.
El derecho romano castigaba el peculado con pena de muerte. China sigue haciéndolo. De ahí que juristas creen que quizás las penas para delitos de corrupción deberían ser mayores a las estipuladas y que la justicia debería sentar precedentes y cumplir con el principio de caiga quien caiga.