La parálisis de Bell es más común entre los mayores de 65 años de edad.
Información de seguridad publicada por la Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) señala que después de recibir la vacuna de Pfizer contra el COVID-19, voluntarios desarrollaron parálisis facial al participar en los ensayos clínicos del medicamento.
El eldiariony.com indica que el documento que consigna las observaciones del Comité de Vacunas y Productos Biológicos Relacionados de la FDA señala que 4 voluntarios que recibieron la vacuna desarrollaron parálisis de Bell, una inflamación del nervio que controla el movimiento muscular del rostro y que dificulta el movimiento temporalmente. Ningún caso ocurrió entre el grupo de placebo.
La parálisis de Bell es más común entre los mayores de 65 años de edad y puede ser causada por una infección viral. Quienes la padecen pueden tener dificultades para cerrar un ojo, para comer y beber o sonreír.
Los síntomas suelen desparecer por sí mismos después de algunas semanas. Los cuatro casos de parálisis de Bell registrados se resolvieron en un máximo de 21 días.
Según la FDA, “la frecuencia observada de parálisis de Bell reportada en el grupo que recibió la vacuna es consistente con la tasa de antecedentes esperada en la población general, y no hay base clara sobre la cual concluir una relación causal en este momento”.
Por lo pronto, el organismo recomienda vigilar los casos de parálisis de Bell cuando la vacuna se aplique en poblaciones más grandes.
La FDA asegura que la vacuna de Pfizer y BioNTech contra el COVID-19 puede ser eficaz para prevenir la enfermedad en personas mayores de 16 años y que sus beneficios superan los riesgos.