Alta afluencia y gran tranquilidad marcan desarrollo de elecciones uruguayas

Una alta afluencia de votantes en las primeras horas y una gran tranquilidad marcaron hoy el inicio de la jornada electoral en Uruguay, donde 2.620.757 ciudadanos están llamados para elegir presidente, vicepresidente y sus representantes en ambas cámaras del Parlamento.

A cinco horas de la apertura de los centros electorales, cerca de la mitad de los electores ya habían depositado su voto, según pudo constatar Efe y varios medios de comunicación uruguayos, mientras que el flujo de ciudadanos que acudían a sufragar se mantenía constante y nutrido, circunstancia a la que ayudó la jornada de clima cálido y apacible con la que amaneció Uruguay.

Los incidentes, como es habitual en las elecciones de este pequeño país suramericano, también brillaron por su ausencia, según señaló a Efe el presidente de la Corte Electoral, José Arocena.

Los 6.948 centros de votación distribuidos por los 19 departamentos del país, abrieron con total normalidad y, salvo "algunas pequeñas cosas", como la llegada tardía de algún presidente de mesa "y algún otro detalle menor", no hubo mayores problemas.

"A estas horas todos los centros están abiertos y la gente está votando con normalidad. Eso es habitual en el Uruguay y esperemos que todo siga así", añadió el responsable de la corte.

Los principales candidatos en esta elección, Tabaré Vázquez por el Frente Amplio (FA), Luis Alberto Lacalle Pou por el Partido Nacional (PN) y Pedro Bordaberry por el Partido Colorado (PC) depositaron su voto en horas de la mañana, así como importantes figuras de la vida política del país, como el presidente José Mujica, quien fue uno de los primeros uruguayos en votar apenas se abrieron las mesas a las 8.00 hora local.

La cautela ante los posibles resultados, los recuerdos y memorias de anteriores votaciones y los reconocimientos tanto a sus rivales políticos como a la buena calidad de la democracia uruguaya, en donde el respeto escrupuloso al proceso electoral y a los rivales es la norma, marcaron las reflexiones de los líderes políticos en esta ocasión.

Vázquez, oncólogo de 74 años que ya gobernó Uruguay entre 2005 y 2010 como el primer presidente de izquierdas en la historia del país, indicó al depositar su voto en el barrio de La Teja, en Montevideo, que este sería su "ultimo acto político público" si no alcanza la jefatura del Estado.

El político defendió su candidatura, que, según las encuestas, obtendrá entre el 41 % y el 44 % de los votos, insuficiente para ganar en primera vuelta, como la respuesta a los uruguayos que quieren "ir adelante" y continuar con los gobiernos de izquierda que crearon en los últimos diez años "un Uruguay distinto, con más alegría, confianza y esperanza".

Por su parte, Lacalle Pou votó en la localidad de Canelones "contento","tranquilo" y consciente de "su responsabilidad" como líder del histórico partido "blanco" en estos comicios.

Lacalle Pou, al que las encuestas ubican con un 33 % en segundo lugar en intención de voto tras Vázquez, no quiso hablar de posibles alianzas en caso de pasar al balotaje y dijo que esperaría "a ver los resultados" antes de tratar este tema con otros.

Bordaberry, tercero en las encuestas con un 15 % de intención de voto, también declinó hablar de posibles alianzas hasta conocer los resultados y señaló que su esperanza es estar "entre los que festejan" esta noche y no "entre los que felicitan".

Además de elegir presidente y la integración del futuro Parlamento (30 senadores y 99 diputados), los uruguayos también definen hoy en referéndum si aceptan rebajar la edad de imputabilidad penal de los 18 a los 16 años.

Las mesas electorales permanecerán abiertas hasta las 19:30 hora local y se espera que los primeros resultados oficiales comiencen a difundirse hacia las 22:00 horas.

En las elecciones uruguayas cada partido presenta un único candidato a presidente, que se definió en elecciones internas el pasado 1 de junio, y varias listas diferentes de diputados y senadores que corresponden a los diversos grupos, sectores y corrientes que respaldan a cada candidato.