El país europeo llegó al cuarto día de récords en contagios.
Francia registró este domingo el cuarto récord diario consecutivo de contagios de coronavirus, con 52.010, lo que evidencia el crecimiento exponencial de la epidemia y pone más presión sobre las autoridades para endurecer las restricciones un día después de la extensión del toque de queda nocturno.
La agencia de salud pública de Francia indicó en su página internet que ya se ha superado el umbral de 1,1 millones de contagios desde el inicio de la pandemia, en concreto con 1.138.507.
En las últimas 24 horas, se han certificado 116 muertes por covid-19, una cifra inferior a las 138 que se habían comunicado el sábado. Eso significa que oficialmente desde comienzos de marzo han fallecido en Francia 34.761 personas de forma directa por la pandemia.
Los nuevos casos de este domingo suponen un salto muy significativo respecto a los 45.422 contagios del sábado y a los 42.032 del viernes, y hacen temer un incremento de las hospitalizaciones en los próximos días, como ya lo ha anticipado el Gobierno.
La tasa de test positivos también ha subido hasta el 17 %, un punto porcentual más que la víspera.
A falta de que se actualicen los datos de hospitalizaciones, el sábado había internados por coronavirus 15.660 pacientes en Francia, de los cuales 2.500 en las ucis.
Son magnitudes todavía muy inferiores a los picos registrados en abril durante la primera ola, cuando llegó a haber casi 32.300 hospitalizados y 7.148 en las unidades de cuidados intensivos.
Pero la progresión ha sido vertiginosa desde los meses de julio y agosto, cuando se llegó a bajar el número de ingresados a menos de 5.000 y a menos de 400 las plazas de ucis ocupadas.
El Gobierno francés impuso desde el 17 de octubre un confinamiento nocturno, entre las 21.00 y las 6.00 horas, en la región de París y en otras ocho áreas urbanas, que desde este sábado se ha extendido en total a 54 departamentos en los que viven 46 millones de personas, más de dos tercios de la población del país.
A mediados de la próxima semana se deben evaluar los primeros efectos del toque de queda y ajustar el dispositivo.
Aunque es el escenario que se ha querido evitar en los últimos meses, el Ejecutivo y el propio presidente, Emmanuel Macron, han reconocido que no excluyen el recurso a los "confinamientos locales o más amplios".