Buddy iba a ser sacrificado debido a un problema en su identificación en un aeropuerto de
En las redes sociales se promovió una gran movilización para salvar la vida de "Buddy", un cachorro retenido en el aeropuerto de El Prat de Barcelona desde el viernes debido a un problema en su identificación, ya que ha resultado imposible leer el microchip que, según sus dueños, le fue instalado en Estados Unidos.
Finalmente, todo apunta a que el animal será sometido a cuarentena y, cuando se garantice su buen estado de salud, podrá estar con sus dueños dentro de tres semanas.
Vea: MANIFESTANTES INTENTAN IMPEDIR QUE AMBULANCIA SE LLEVE AL PERRO EXCÁLIBUR
Casi 70.000 personas han firmado una petición de Mercedes López, cercana a los propietarios del perrito, para salvar a "Buddy" en la página web www.change.org para que dejen salir del aeropuerto de Barcelona-El Prat. El veterinario que le puso el chip en Nueva York aseguró vía telefónica que está dispuesto a certificar ante notario la identidad del cachorrito y a sufragar los gastos ocasionados.
El director del área de Agricultura de la Delegación del Gobierno, José Luis Guarga, explicó que el animal está en las dependencias del aeropuerto, "con todas las garantías", a la espera de encontrar una solución al problema. El animal tuvo que pasar los pertinentes controles para su entrada en la Unión Europea: la comprobación del microchip, que tenga una edad superior a tres meses y que esté vacunado de la rabia. Tenía todos los papeles en regla pero los responsables de la frontera no pudieron verificar el microchip, una información que sirve para relacionar al animal con la cartilla sanitaria y asegurarse de que está correctamente vacunado.
Vea: LOS AMIGOS DE EXCALIBUR HACEN CAMPAÑA EN REDES CONTRA SU SACRIFICIO
"Hemos probado con todos los lectores que tenemos en el aeropuerto, también con los que verificamos la entidad de otros animales con microchip norteamericano, y con otros que han aportado los propietarios, pero no hemos podido leer el microchip", ha dicho Guarga.
En estos casos las opciones son sacrificar al animal o bien devolverlo a su lugar de origen, sin embargo Guarga ha explicado que estudian con la Generalitat "la posibilidad de llevar al animal a un centro veterinario especializado, vacunarlo de la rabia y que esté en cuarentena, transcurrido este tiempo podría quedar en libertad y acceder a la Unión Europea con garantías de seguridad para las personas".