El número fue de 56 fallecidos en las últimas 24 horas.
Perú, el país con la tasa de mortalidad relativa de la COVID-19 más alta del mundo, presentó este sábado la cifra diaria más baja de fallecidos por el coronavirus desde abril al registrar 56 en las últimas 24 horas.
Hay que remontarse hasta el 27 de abril, día en el que fallecieron 54 personas por la COVID-19, para encontrar un valor menor al presentado este sábado por el Ministerio de Salud en su boletín diario con el balance de la pandemia en el país.
En total hay 32.665 fallecidos confirmados por la COVID-19, aunque desde que comenzó la pandemia el Sistema Nacional de Defunciones (Sinadef) registra más 78.000 muertes por encima de las cifras de fallecimientos de años anteriores, lo que incluye tanto las muertes confirmadas como las sospechosas del coronavirus SARS-CoV-2.
Los nuevos contagios se situaron en 3.331, lo que aumentó el acumulado de casos del SARS-CoV-2 hasta los 824.895 desde que el 6 de marzo se detectara el primer paciente.
En contraprestación, 5.223 pacientes recibieron el alta epidemiológica tras vencer al patógeno, por lo que Perú superó este sábado la barrera de los 700.000 recuperados de COVID-19.
Eso también llevó a que el número de casos activos continúe descendiendo considerablemente y se encuentre ligeramente por encima de los 91.000, después de que en la última semana de agosto se registrasen más de 167.000 de manera simultánea en todo el país.
De todos ellos apenas 7.222 están hospitalizados, casi la mitad de las más de 14.000 camas ocupadas con pacientes de COVID-19 que había hace apenas mes y medio.
EE.UU. DONA 250 RESPIRADORES
En mitad de esta situación, Perú sumó este sábado 250 nuevos respiradores artificiales donados por Estados Unidos a la espera de una segunda ola de contagios de contagios que las autoridades dan casi por segura.
Los 250 ventiladores mecánicos están valorados en 3,5 millones de dólares y se suman a los 250 que el Gobierno estadounidense ya donó a Perú en junio para completar el lote de 500 que había prometido como apoyo al país andino para enfrentar la pandemia.
Estos equipos médicos fueron entregados este sábado por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) al Gobierno peruano en una ceremonia donde participó el primer ministro, Walter Martos, junto a los ministros de Exteriores, Mario López; y de Salud, Pilar Mazzetti.
Gracias a esta donación de Estados Unidos, junto a otra de 125 ventiladores mecánicos de la patronal peruana y una compra estatal de 400 de estos equipos a China, Perú ha conseguido ampliar la capacidad de sus unidades de cuidados intensivos (UCI) a medida que avanzaba la expansión del SARS-CoV-2 en el país.
Al inicio era uno de los países con menos ventiladores mecánicos para su población, pues apenas disponía de 276 para pacientes de COVID-19 cuando se decretó la emergencia y cuarentena nacional, mientras que rondan los 1.500.
PLANES PARA LA SEGUNDA OLA
Este segundo lote de la donación de 500 procedente de Estados Unidos llega ya con el coronavirus en remisión, pues los contagios están en claro descenso junto a las cifras de fallecidos, que después de seis duros meses han vuelto a los niveles normales previos a la pandemia.
Sin embargo, Mazzetti afirmó que estos equipos serán muy útiles para enfrentar una segunda ola de contagios que el Gobierno prevé para fines de este mes.
La ministra aseguró que el Gobierno se está preparando ya como si viniera una segunda ola porque "en salud pública siempre tenemos que prepararnos para lo más difícil", por lo que recomendó a la población no bajar la guardia.
"Si hubiera un descuido, las cifras de la pandemia y el riesgo para la vida de los peruanos crecerían de manera importante", advirtió Mazzetti.
"En el mejor de los escenarios podríamos continuar tal como estamos hasta ahora, con una recuperación económica junto con salud", añadió.
CONTINÚA DESESCALADA
En octubre Perú ha iniciado la cuarta y última fase de su plan de reactivación económica tras una de los confinamientos más estrictos del mundo que ha desplomado su boyante economía, de la que se espera una recesión del 12 % en este año 2020, sin que eso lograse frenar el avance del virus.
Esta nueva fase de la desescalada, que todavía no contempla la reapertura de los cine, los teatros ni el ocio nocturno, incluye un mayor aforo en los restaurantes y desde el lunes 5 de octubre la reanudación de los vuelos comerciales de carácter regular con siete países de Latinoamérica.
En el mismo sentido que Mazzetti se expresó Martos, quien apuntó que, si bien hay una disminución de los índices de contagios, hospitalización y fallecidos en el país, la pandemia no ha terminado y se debe continuar con los cuidados a fin de evitar rebrotes o una posible segunda ola.