Informe revela graves fallas en la cárcel 'La Roca'

Con deficiencias y negligencias administrativas funcionaba la cárcel de máxima seguridad 'La Roca', desde donde dieciocho peligrosos delincuentes se fugaron el pasado once de febrero.

En exclusiva, nuestra reportera Merlyn Ochoa accedió al informe de criminalística donde se determina que ni los detectores de metales funcionaban.

Si de algo no se puede acusar a los 18 reos que escaparon de La Roca es de ser maleducados. Ellos tuvieron tiempo hasta para despedirse, escribieron "chao ya nos vamos vigote y"

En las dos horas que duró la fuga, los reos tuvieron varias ventajas; así lo demuestra un informe de criminalística que detalla -una a una- las graves falencias de seguridad en la cárcel administrada por el gobierno.  

Las cosas más básicas en La Roca no funcionan: el detector de metales, el maletero de rayos X; de hecho, el arco detector de metales operaba de forma intermitente, lo que explicaría por qué los reos accedían a armas y municiones.

El sistema de vigilancia y control de cámaras de seguridad tampoco funcionaba el día de la fuga. En las fotos se observa que no todas las cámaras estaban prendidas, tampoco el televisor para monitoreo estaba operativo.

El día de la fuga se reportaron cables colapsados y, de las once lámparas interiores, solo cuatro estaban operativas.

En el informe también se menciona la seguridad externa. El punto más crítico es el costado izquierdo de la cárcel. Según las investigaciones hay 234 metros de mallas con un cercado eléctrico que simplemente no funciona.

La Policía determinó que por donde se escaparon los 18 reos,  había óxido antiguo, por lo que concluyen que los cortes de las mallas fueron hechos antes de la fuga.

Ocho días despúes, la presencia de militares parecería un intento por resanar esta roca perforada. 

En la tarde de este miércoles en los exteriores de la cárcel hubo intenso movimiento de personal militar. Ellos no quisieron pronunciarse, pero el informe revela que celulares, material pornográfico, y restos de sogas con las que maniataron a los guardias, aún queda en las celdas de los fugitivos.